LA PLANTA Y EL PALO

Por

Leonardo da Vinci

Una linda planta, que se erguía airosa levantando orgullosamente al cielo su penacho de hojas tiernas, soportaba con disgusto la presencia junto a ella de un palo seco, derecho y viejo.

- Palo -se impacientó la planta-, te tengo demasiado cerca. ¿No podrías irte un poco más allá?

El palo se hizo el sordo para no replicar.

Entonces la planta se dirigió al seto de zarzas que la rodeaba y dijo: 

- Seto, ¿no podrías marcharte a cualquier otro lugar?. Me molestas. 

El seto fingió no oír y callado siguió.

Pero un lagarto que reptaba por allí, levantó su cabecita y, mirando con sorna a la planta, dijo:

- Bella planta, ¿no has comprendido que debes al palo el poder estar derecha? Y en cuanto al seto, ¿todavía no te has dado cuenta de que está protegiéndote contra las malas compañías?

Merece ser abandonado a su suerte quien desdeña los favores recibidos

Entrada a la sección de los más jóvenes

Entrada a Literatura infantil y juvenil

Entrada a Fábulas

Contenido

Si quiere enviar un mensaje recomendando

 estas páginas, pulse AQUÍ

Añada este sitio a sus Favoritos