¡Feliz Navidad!

¿Para ti qué significa?

Poner un árbol arrancado de la tierra

o mutilada una de sus ramas y decorarlo.

Comprar con exceso turrones, mantecados

y por supuesto

todo el marisquerío que se oferte,

sin faltar faisanes, pavos..., vamos,

toda una tradición  culinaria, de la cocina a la mesa.

“Papás Noeles”, muérdago, manteles nuevos,

 en  el CD Villancicos. Por el suelo,

entre zambombas, panderetas y regalos,

duermen o se agitan tus “mascotas”.

Van a dar las 12 de la noche,

el Champagne-Cava, preparado.

¡FELICIDADES!

Es lo “normal”.

Muchas casas han montado un Belén,

en casi todas se termina “armando el belén”.

Seguimos siendo Paganos.

 ¿Quién llora el Nacimiento de ese Niño,

regalado por Magos lejanos,

al que después de una vida humilde

le van a cargar todas las vejaciones,

todas las falsas imputaciones,

a quien tras el hosanna gritarán ¡crucifícalo!

y optan canjear Su Vida santificada,

por tanto Amor desparramado,

por la Vida de un asesino

que lleva en su haber mucha sangre derramada?

Y la Cruz.

Y la aceptación de la Voluntad Suprema

y el ruego de Perdón

para todos los que no sabemos lo que nos hacemos.

La Cruz. La Cátedra final.

Sí, JESÚS, TU GRAN CÁTEDRA.

Humildemente, con lágrimas en mi rostro,

me someto a  Tu Cátedra, 

con AMOR me clavo en ella, a Tu lado,

siento en mi carne

parte del dolor que laceraba Tu carne,

quiero vehementemente seguirte en esa hora

y vivir siempre la vida que recibí

clavado en mi cruz,

dando Gracias al Padre que me dio Tu Magisterio

y por el Amor que me enseñaste

y con el que siento

que mi Navidad es cada día de cada año

y es Alegría porque Te tengo,

Porque por Ti sé de dónde vengo

y que en cualquier momento regresaré

a la Casa de la Muchas Moradas del Padre

que Tú me diste a conocer.