 
ACEPTO EL YUGO
Del libro "VERBO y verso"
Por
Emma-Margarita R. A.-Valdés

El ansia de seguirte me espolea.
iré detrás de ti a donde vayas,
a
la tierra o al mar, por dondequiera
que tú mores, porque eres mi esperanza.
Reclinaré en tu pecho mi cabeza,
dejaré el mundo atrás,
darás serenidad a mi conciencia.
Hoy tu mística paz
atraviesa el pilar de mi materia,
con tu ardoroso amor curas mi mal.

Me inclino mansamente.
Soy muy pequeño y pobre en tu rebaño.
Suplico me reveles
lo oculto a los profetas y a los reyes y sabios:
la Vedad que es el eje
del tiempo y del espacio.

Me pregunto si llegaré a saberte,
a
encontrar tu divina identidad
y, a través de tu rostro, al fin aprecie
el valor de tu místico caudal.

Mi cansancio y mi agobio
se engendró en el edén por el destierro.
Acepto el yugo y el mortal abrojo
por gozar de la aurora de tu encuentro.

Alumbra mi ceguera con tu Sol,
que tu luz se introduzca en mis pupilas.
Despeja mis oídos para escuchar tu voz,
silente melodía.

Con tu luz iluminas mis tinieblas,
mis humanos desvíos,
conoces mi clamor y mi flaqueza
al seguir tu camino
por la empinada y dolorosa senda.
Mas, por ser tú mi amigo,
me comprendes y ofreces tu indulgencia
Emma-Margarita R. A.-Valdés
email del autor:
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